AUTOR:
Josema F. Lozano
OBRA:
Lienzo, Óleo, 81x65
Iglesia de Santiago.
Fuente del peregrino.
Plaza de la oca.
(Logroño)
LA PLAZA DE LA OCA
Parte
vieja junto al Ebro,
vegetación
húmeda sombría,
negros
adoquines milenarios,
primitivos
vestigios olvidados,
desechadas
vías romanas,
culturas
pasadas destruidas,
abandonado
veis con rubor,
vuestro
antiguo esplendor.
Emergen
tendencias nacientes,
innovadores
reemplazos imparables,
quieren
expresar técnicas recientes,
aportando
destrezas originales,
oportunidades
únicas en el tiempo,
antes
de que las desprecie el viento,
aprovechadas
como hábil premio,
y
reconocimiento de laurel propio.
Plaza
de la oca, juego infantil,
cubres
raíces pasadas con tu manto,
expresas
con arte curiosos esbozos,
monumentos
estampados en el suelo;
esparcidos
tienes cruzados dados,
proporcionando
desigual suerte,
convertidos
en curiosos asientos,
aguantan
inmóviles el rigor del tiempo,
y
las posturas ensayo de los paseantes.
La
fuente vistosa del peregrino,
como
alivio al lado te acompaña,
aspiración
del fatigado andariego;
dos
caras bigotudas dejan caer,
sendas
cascadas de agua fría,
con
ancho abrevadero de cortesía,
para
animales lazarillos de compañía.
En
frente la iglesia de Santiago,
a
caballo con semblante de mago,
el
Apóstol a infieles domina,
con
su fe convence y adoctrina,
portando
de su Maestro el estandarte,
con
empuje firme y actitud valiente.
Respirando
ambiente de historia,
en
cruce de viejas rúas milenarias,
la
oca preside altiva el llano,
juego
y entretenimiento sano,
protagonista
en primer plano,
de
la suerte que a todos no en vano,
otorga
indistintamente el dado.
Josema F. Lozano