jueves, 19 de noviembre de 2020

ALGO SE VA, ALGO LLEGA








ALGO SE VA,  ALGO LLEGA

Entre luces y sombras,

nacen saberes, entierran ruinas,  

surgen amores y desamores,

virtudes  y errores absurdos.

Cada día algo se va,

susurros que se apagan

imperceptibles y no vuelven

aunque el oído esté atento.

No hay tregua, los pies

se hunden en barro de pantano,

descalza la barca ante cascadas

cuando advierte ruidos de retorno.

Al antojo se le quebró su recta,

la ilusión se quedó en un sueño

a los planes se les cambió la hora,

el eje sucio del carro desentona.

Algo se va, la fecha caduca,

el polvo se revuelve en tornado

hasta encontrar el descanso

en los aposentos de invierno.

Anochece en tarde de hastío

con facha atónita de olvido, 

humo en deshecho ido

del ascua antes al rojo vivo.

Cada vivencia agarrada en la mano

con mimo y ternura tarde o temprano

se aleja, agua entre dedos, lejos,

sombras derretidas en nada

entre nebulosas y abanico de estrellas

que sólo sirven  para adornar

tantos recuerdos perdidos.

Después de un tren viene otro,

algo nuevo siempre llega

un relleno de corazón roto,

un pez raro que se alimenta

de plástico, basura, deshechos.

el río vive tras la tormenta

a la flor mustia sigue el fruto,

las personas igualan deberes,

derechos, vasos comunicantes,

misma raíz, origen de madre,

en las calles pasean gentes nuevas,

la moda aprieta o abulta la silueta.

Mientras tanto el ojo del tiempo

con la mano en el pecho

se deja querer entre soplos de luz

y momentos de sombra,

para que el soñador siga soñando,

el vividor llame a la suerte

y su estrella fugaz perdure,

el amor ascienda sin valles,

el bosque ensanche su viento,

y el nido de árbol calme

los lloros de niño que nacen.

Cuadro al óleo y poema de José Mª Fdez. Lozano (Arte conceptual)

 

domingo, 15 de noviembre de 2020

EL QUINTO CAMINO


EL QUINTO CAMINO

Arrastrado por las corrientes

cultura, estudio, esfuerzo,

trote de cien pies estirado,

erguido mira distancias

a la decisión final en bandeja.

Cuatro puntos cardinales

distinta opción al destino,

encrucijada ofrecida a mano,

inicio crucial de camino

con letra impresa en madera,

señal prudente, decisiva, caliente.

La vía que gusta no compensa

al bolsillo del sonido,

a la moneda, al papel de cifra

que el cielo es muy bonito

pero las estrellas que brillan

lejanas y al día ciegas.

La ruta de acomodo 

sin remo no sube corrientes,

al descampado pende el frío,

la lluvia, sin barrer la nieve,

hojas secas se acumulan

y en silencio tapan tumbas.

El sendero de visiones, utopías,

imaginaria sutileza a los dados,

castillos entre nubes blancas

flotan en hilera,  banderas,

al llover gotas derramadas

en el suelo duro estallan.

El calle de lo que se lleva

viste al maniquí de escaparate

hoy, mañana quien sabe,

volverán modas antiguas

o quizás tendencias inciertas

de opinión, cambio de chaqueta.

El quinto camino oculto,

a través de campo, de horizonte,

conquista fronteras nuevas,

desarrolla iniciativas,

lucha cuerpo a cuerpo

con ímpetu de soldado.

El quinto camino, propio,

voluntad de mano al manillar,

fuerza al pie de cadena,

salpica piedras, levanta aceras,

con dientes prietos de garra

sube a cumbres de montaña.

Al triunfo palmas, alabanzas,

aprecio de los queridos,

valor de gesta, satisfecha el alma.

 

Cuadro al óleo 71X100 y poema de

José Mª Fdez. Lozano (Arte conceptual)

 

lunes, 9 de noviembre de 2020

AMOR DE COLUMPIO, AMOR DE COHETE


 Cuadro al óleo 60X60 y
poema de José Mª Fdez. Lozano

AMOR DE COLUMPIO

AMOR DE COHETE

Vienes,

de repente,

avivas el paso,

fogoso proyectil disparado,

lanzadera de frente

al espacio de mi rostro,

en un suspiro de aire silban flechas,

las palabras fugaces de tiempo

telégrafo de gestos,

en cascada todo el agua al vaso,

las gotas sueltas,

chispas de estrellas colgadas

en un segundo de suspense eterno

ceniza al fuego,

se apagan.

Como vino,

de repente se fue

en estampida polvorienta,

tubo de escape al galope

el humo agita pañuelos grises,

la distancia se disipa en micras de tiempo ,

amor de cohete,

de los suyos

el calor de arena se encarga.

Vienes,

sin prisa,

de lejos pausados pasos,

luz sosegada de un amanecer lento,

el jardín de tus labios huele a húmedo

con sonrisa de surcos anchos

la distancia vuelo en descenso,

encuentro, abrazo, beso,

las palabras flotan exultantes,

el mar en calma no agobia orillas.

Sales,

te alejas de costumbre,

inercia de vaivén,

el viento de manifestación tranquila,

un aroma de flor en autobús  se aleja,

la palma de la mano ondea

en bandazos de bandera,

después a la vista nada.

En un punto lejano entre sueños blancos

con un auricular pegado al oído

el corazón dialoga con mimos lejanos

como quien abre sábanas de noche,

para llenar abrazos largos, intensos,

amor de columpio, de leona, de gata

que de los suyos no se aparta.

lunes, 10 de agosto de 2020

CARGA PESADA


 CARGA PESADA

Árbol majestuoso esbelto

inclinas tu cabeza alta

al empuje fresco del cierzo,

a la lluvia, al viento que destroza,

a las tejas de casa, a las ruedas de coche,

a las luces de neón, al gas de una lámpara,

a los ojos de tus niños.

En tu silencio unos muelles de descanso,

un animal de compañía, unas corcheas

de azul cielo apaciguan

el ímpetu de la más pesada ola.

De por sí es difícil caminar

en pedregales sobre cantos rodados,

senda-sudor de trillar cosechas

para encima llevar añadido

un cesto con amargores de peso.

Magos con disfraz de promesa

fabricados en pucheros de mentira

prensan al borde las pisadas del nacido

en su trayecto de pasillo.

La acostumbrada presión alterna

doblega la balanza con notas ovaladas rojas,

sufridas espaldas gachas.

La carga emocional es pesada

encoge el montículo del orgullo

deshace la espuma en hilvanes sueltos

cuando no hay empuje que sople

y la ilusión agota el camino.

Al crecer se añaden anillos al tallo,

su resistencia aguanta, afianza

la vanidad del crecido en años,

lejos el filo del hacha con intención de corte,

a mitad la meta del recorrido.

No hay tatuajes de flores, círculos

de espirales infinitas, dibujos, cábalas, cuentas

que atenúen la presión de fuerza

del sombrero lleno de problemas

adosado a cada cual en su cabeza.

Los rompientes de roca pesada

descienden al silencio del llano

donde el corazón sosegado duerme,

mientras el interior ordenado compensa

los dientes de sierra alternos

con pinceladas sutiles de esgrima.

El agua en estanques es calmada,

en el pasaje cada noche tiene día,

muescas de tiempo cincelan aguantes,

aires de águila, fogones encendidos,

calores de hogar, pase de bandeja, hombros al desnudo,

fuera el sombrero, la cabeza se despeja

y la música liberada se inspira en violines de fiesta.

 

Cuadro al óleo 60X60 y poema de

José Mª Fdez. Lozano (Arte conceptual)

miércoles, 17 de junio de 2020

CREADOR DE MUNDOS



Cuadro al óleo  60X60 y poema de

José Mª Fdez. Lozano


CREADORES DE MUNDOS
Ideas de luz entre abanicos verdes,
a intervalo azules sombras de nube
cálidas, frías, templadas
destilan respuestas evidentes
entre colores deiformes ocres.
Ahora visión concreta, nítida,
mundo dentro de nebulosas iris
con paredes de corpulencia obtusa
y verberados vapores de agua.
En el espacio de un parpadeo
luminarias con aires de imprenta,
desde el punto de fuga infinito,
esparcen visiones, distribuyen andantes,
que vagan entre pasadizos redondos
donde los caminos siempre empiezan.
Fluyen entre pases de muleta  
hábitos de entorno virgen,
asentados espacios libres en gradas
floridas de primera a última fila.
Caras de sonrisa incierta, inquieta,
ocupan huecos entre olas,
puertos de lancha y velero,
escritos con salida de autopista.
Como gotas de aceite, libres
en estanque cerrado, convulso
forman antojos de cactus en desierto,
grupos con delantal de hormiga
o viajeros con polen de abeja.
Creador de mundos,
en la imaginación segunda vida
ocultas tras expositor de rostro amorfo
sucesos en cadena de producto propio,
metamorfosis, evolución que fija
dominio de vista en balcón de paisaje.
Construyes historias,
huecos de vacíos que vocean,
secretos rellenos de cuentos,
ambientes de época imprecisa
con giro de cometas y claros de luna.
Las ideas en el corazón funcionan
expuestas en la pared del tiempo
y en la contemplación de la obra
se explaya satisfecha el alma.
Autor, compositor de mundos,
proyector inédito de hallazgos
que devaneas entre palabra y sentimiento
dime si es juego que busca destino
o el destino en sí es un juego
donde se juega a ser,
creador de  mundos.

Tablero al óleo 60X60 y poema de
José Mª Fdez. Lozano (Arte conceptual)

jueves, 4 de junio de 2020

MEDITACIONES DE UNA CABRA



Cuadro al óleo de 60X60

y poema de José Mª Fdez. Lozano



MEDITACIONES DE UNA CABRA
A mi nombre si me llaman voy,
meditabunda reflexiona
una cabra doméstica de pueblo,
de cuerno corto, mamas lactas,
vestido apretado de pelaje,
sin cambio aparente de moda.
En silencio su pensamiento
acepta categóricas verdades,
alimento, crías, leche,
sociable, de grupo mejor que sola,
obediente al bastón que manda
o al ladrido que advierte.
Entre caminos de escasa hierba
la caprina tira al monte ,
al paso un campo de olivares,
con manos extendidas
de ramas bajas tentadoras
incitan al instintivo apetito
y catar la casual circunstancia.
¿Por qué el humano habrá puesto
a la ligera, a mi altura, tan cerca
insinuantes hojas pálido verde
de olivo a pedir de mi boca?
Yo atenta a la vara del pastor,
éste  a las hojas convertidas en leche,
compra gratis brinda la naturaleza,
cadena fácil de mutuo beneficio.
Me ponen música pertinaz de cencerro,
G.P.S manual barato colgado
al cuello, no hay bolsillo,
llamada de móvil un silbido,
me habla, piensa que le entiendo,
le contesto un “mu” ronco bajito,
le hago caso por lo del cariño
que le tiene a mis lácteas tetas.
Las estruja por la noche con finura
y sonríe cuando el cuenco
cambia de vacío a blanco,
entre pajas tumbada sin manta,
como niño Jesús duermo.
Gatos, perros caballos
serviciales compañías de trayecto
como yo, obediente producto,
a la orden del dueño humano
sabio con dotes de mando.
Cada cual nace con una estrella,
a placer de capricho o en un rebaño,  
unos con un pan bajo el brazo
y otros hambre de verde o un milagro.


sábado, 25 de abril de 2020

ESTALLA LA BURBUJA ENCIERRO

Cuadro al óleo 60X60 y poema de
 
José Mª Fdez. Lozano


ESTALLA LA BURBUJA ENCIERRO
Cuatro paredes con sus rincones,
clausura forzada de hoy vida,
en la vista velo, antifaz ciego,
con machete corta el paisaje,
y una ventana de cristal doble
de encerrar con sigilo el habla
que otra voluntad cierra con llave.
No hay niños en la calle,
el patio del cole sin voces,
un silencio callado  de coches,
sin prisa gotea el paso de gente,
es de día, el sol invita,
las persianas de ganar no abren,
las baterías se agotan solas,
nadie ensucia las aceras,
solitarias las gasolineras.
Pájaro en red de jaula
con alas de volar, no vuela, 
sólo la imaginación navega
sin fronteras de mar, ni barrera,
pincel, escultura, relato, poema
artista de crear, idealista de soñar,
palpa el techo para tocar cielo,
más allá sólo llega la fantasía.
Estalla la burbuja de encierro,
al vacío expande la energía retenida,
la cúpula del templo rasga el velo
con espada de luz que alumbra ideas,
algodones blancos posan en tapiz rojo,
diferente escribir en limpio blanco
que en carmín de sangre muerta.
Víctimas, tropel de mártires suben
en polvo de ceniza y humo tostado
de prisa, con látigo despiadado
cada día, a cuál más larga escalera,
sollozan las batas de bolsa basura,
miedo de quien ocupa su sitio
con suerte cambiará su destino.
Negro luto en corazones vestidos,
panteones del alma, en tierra, en losa,
lágrimas lloran a flores marchitas,
otras nacen entre pañales esperanza
con suspiros alegres de vida.
Despiadado el musgo que cubre
y ahoga la rama imberbe de árbol,
despiadado el virus que estrangula
el aire de bosque en los pulmones,
despiadado el tiempo que no espera
a la vacuna aliento de la ciencia,
despiadado el aullido a la luna negra.
Aguante, entereza, al alba canto de gallo,
amanecer limpio, quisiera, de males sano.

viernes, 10 de abril de 2020

NOCHES DEL ALMA A PLENO DÍA



Cuadro al óleo 60X60 y poema de

José Mª Fdez. Lozano

NOCHES DEL ALMA  A PLENO DÍA
Cuando la vida se convierte
en noche oscura repentina
el alma se encarcela confusa
en un bosque tupido de dudas.
Se desvanecen las ramas de adorno
que entretenían con pasatiempos
los ratos alternados de ocio.
Las sombras de noche interna
eclipsan en momentos
la plena luz de días alegres
en hervidero de olla en fuego.
En el espesor confuso de selva
se confunden los aplausos galantes
con el roce acartonado de hojas
alboroto de acciones nulas.
El furor de antaño se contrae
como extinto cabo de llama
encogido en bola de impotencia
que rueda en deriva al vacío.
En la noche no hay sombras,
los árboles al lado del camino
puertas abiertas a pozos ciegos
sin polea con cuerda de ayuda.
El viento anzuelos de pescar
que envuelve con zumbidos
oídos acorralados, atrapados
en su encerrada madriguera.
En la noche oscura del alma
después del pronto de ahogo
el fuerte vive, el débil muere
según se luche a contracorriente
o se hunda inconsciente en el fondo.
En una calle desierta
nadie pisa la acera,
las ventanas ojos de espía,
por dentro mentes aisladas
con sueños de almohada,
recluidas, enfermas en cama
imaginan oscura la vida.
En el jardín cantan pájaros
que no se ven,
la libertad parada en un túnel
oscuro,   dentro de una bolsa
casi cerrada,   somnolencia,
por rendijas de luz, esplendor
que no se ve.
En las playas hay arena
alumbrando guiños
que no se ven,
en el alma hay raíces de esperanza

que   no se ven. Sólo, se sienten cerca.



EN MEDIO DE LA MAREA



Cuadro al óleo 60X60 y poema de

José Mª Fdez. Lozano


EN MEDIO DE LA MAREA
Desde lo alto pisadas de fuego,
crispadas centellas rompientes
queman, lenguas de serpientes,
acomodados orgullos de sosiego.
Desde lo alto dentelladas negras,
agujeros tenebrosos de infierno
iluminan su enrevesado siniestro
con velas esparcidas de estrellas.
Desde lo alto espacios al vacío
acogen el humo de cosecha,
incienso quemado en la tierra
para gloria de eterno paraíso.
Yo en medio de la marea
arena vapuleada que vocea,
el cuerpo va, el amor queda.
Yo palmas, fibra de asamblea,
en ventana, balcón, azotea
el cuerpo va, el amor queda.
Desde lo bajo de pisar caminos
vale sudores la balanza de vida,
el respiro verbal con mascarilla,
los paseos de calle prohibidos.
Desde lo bajo suben a centenares
almas a galope sumando penas
a falta de oxígeno en las venas
y respiradores en los hospitales.
Desde lo bajo dientes prietos,
etiqueta colgada al dedo gordo,
fajos orlados, la belleza despojo,
ojos hundidos, cara de muerto.
Yo en medio de la marea
arena vapuleada que vocea,
el cuerpo va, el amor queda.
¡Fuego de virus que nos infectas
aunque calcines toda la tierra,
y muerdas nuestra carne con fiereza
el amor resiste, al tiempo supera!


jueves, 19 de marzo de 2020

CADA COSA EN SU SITIO



Cuadro al óleo 60X60 y poema de
José Mª Fdez. Lozano


CADA COSA EN SU SITIO
Cuando desde niño se nace
gusta cada cosa en su sitio,
una teta a pedir de boca
o biberón en su falta
que también sabe a gloria.
Aunque el almacén de la cabeza,
el universo alrededor entero
parecen curvas redondeadas,
los esquemas de cada cual
cuadriculados, fijos, concretos.
Ningún árbol las ramas iguales
como pareceres las personas,
en conjunto humanidad,
en especial el detalle, el humor,
el rasgo, la sonrisa.
Mi encasillado de corazón
puerta de entrada  abierta,
las apetencias coloridas flores,
los gustos bandeja de frutos.
Las debilidades a un lado
en apartado latente oscuro
rendija entreabierta
con escudo de batalla.
En unos exclusivos esquemas
ordeno en cuadraditos
según el momento, la escena
un amor que abraza y besa
o un rencor, qué vergüenza.
Lo dudoso son balanzas
de tira del carro y arriesga
o sujeta las riendas loco
que se desboca el caballo.
Lo justo lo tengo en lo alto
allá lejos por las nubes
color difuso entre prusia y cobalto
tan pronto oscurece el cielo,
te pone perdido un chaparrón
o descampa y no pasa nada.
Tengo en un bloque apilado
como piedras en equilibrio
abrazos de sol y  volcanes
hervidero de ideas originales,
filósofas del pensamiento,
con pies al suelo y ojos de ensueño.
Al final lo esencial, primordial
es organizar las propias casillas
contarlas, oírlas a gusto
como música de concierto,
aunque tengan tachones
o estén torcidas.


jueves, 5 de marzo de 2020

BOCAS QUE HIEREN

Cuadro al óleo 60 X 60

y poema de José Mª Fdez. Lozano



BOCAS QUE HIEREN
Semblantes de grandeza,
trazas de tiempos pasados,
envueltos en disfraces de niebla
escupen desprecios, rencores y desgarran
pieles de flor delicada.
Insultos de bocas que hieren,
encabritados deslices de caballo,
desdeñan orgullos con ofensas
y salpican con gravillas cortantes
campos frescos de hierba verde.
Un montón de tablas astilladas,
rondas de emociones rotas,
se apilan con clavos y cruces
entre lamentos y sombras,
entre cantos con manchas rojas.
Ojos tallados con lágrimas negras
destiñen órbitas en la cara
y de espaldas en destierro,
huida de laberintos amargos
pierden su equilibrio de armonía.
Ante la empobrecida autoestima,
de agarrarse al vacío en llamas,
azul frío hundido en piel rosada,
con el filo de una navaja detrás,
y una luz cegadora delante
queda una maleta al hombro,
un paraguas por si llueve
y una compañía que ayude.
Compañía que escuche y no grite,
que comprenda y no insulte,
que ame y no amenace,
compañía de ofrecer la mano,
de escuchar un desahogo,
de secar unas lágrimas
que cuente con otras caras
con lágrimas ya secas.
A la soledad hay que darle patadas,
al aislamiento apoyo,
a la compañía abrazos,
abrazos fuertes de  vida,
de levantar los ojos,
porque la vida tiene sus cosas,
también buenas,
esas, bienvenidas sean
si es que a tiempo llegan.


jueves, 13 de febrero de 2020

ALMAS COMPATIBLES

CUADRO AL ÓLEO 60 X 60
Y poema de
José Mª Fdez. Lozano


OJO MÁGICO

Mirilla de puerta indiscreta
periscopio de dentro a fuera,
con aviso de  aldaba comienza
patente la función de escalera.
Visión exacta que asegura, no intuye,
las desdichas a luz apocadas,
palabrería acompañada de gesto,
improperio con aspaviento de manos.
La bandera de presencia de cerca limpia,
las rodillas agónicas
escalones de escalera
sin fin en la memoria,
frentes encendidas
con sofoco de incendio,
el rincón secreto sucio,
el nervio caliente flota.
Ríe el niño a carcajada la gracia,
pies calzados ante la alfombra,
brillos de reflejo en rellano
mientras otros bajantes se despeñan
por tostados peldaños rojos. 
Visión circular de humo difuso,
lágrimas de San Lorenzo en la mira,
gaviotas blancas con peces de brea,
trombas de polvo, lluvia de trajes,
la lámpara del techo dibuja sombras
en el rellano de la entrada.
Ojo mágico, mirador de aumento,
mini-cámara con visión de infrarrojo,
lo estrecho oculto divisa ancho claro,
donde el alma a trasluz se abre
con vuelo destapado de campana.
A merced el corazón al aire,
siluetas con la camisa suelta
cuentan sin rubor sus penas,
deberes, haberes,  cuentas.
La espera breve y larga,
impaciente el tranquilo,
el gusano de estómago
araña paredes hambrientas.
Por las rendijas huele a fiesta,
el asado está a punto,
la llamada a grito de oído,
la respuesta a boca presta,
para los deseosos de la llegada
la puerta en par abierta.
Entran a dentro los de fuera.
¡Bienvenidos
a mesa puesta!

OJO MÁGICO



Cuadro al óleo de  60 X 60
y poema de
José Mª Fdez. Lozano

OJO MÁGICO
Mirilla de puerta indiscreta,
periscopio de dentro a fuera,
con aviso de  aldaba comienza
patente la función de escalera.
Visión exacta que asegura, no intuye,
las desdichas a luz apocadas,
palabrería acompañada de gesto,
improperio con aspaviento de manos.
La bandera de presencia de cerca limpia,
las rodillas agónicas
escalones de escalera
sin fin en la memoria,
frentes encendidas
con sofoco de incendio,
el rincón secreto sucio,
el nervio caliente flota.
Ríe el niño a carcajada la gracia,
pies calzados ante la alfombra,
brillos de reflejo en rellano
mientras otros bajantes se despeñan
por tostados peldaños rojos. 
Visión circular de humo difuso,
lágrimas de San Lorenzo en la mira,
gaviotas blancas con peces de brea,
trombas de polvo, lluvia de trajes,
la lámpara del techo dibuja sombras
en el rellano de la entrada.
Ojo mágico, mirador de aumento,
mini-cámara con visión de infrarrojo,
lo estrecho oculto divisa ancho claro,
donde el alma a trasluz se abre
con vuelo destapado de campana.
A merced el corazón al aire,
siluetas con la camisa suelta
cuentan sin rubor sus penas,
deberes, haberes,  cuentas.
La espera breve y larga,
impaciente el tranquilo,
el gusano de estómago
araña paredes hambrientas.
Por las rendijas huele a fiesta,
el asado está a punto,
la llamada a grito de oído,
la respuesta a boca presta,
para los deseosos de la llegada
la puerta en par abierta.
Entran a dentro los de fuera.
¡Bienvenidos
a mesa puesta!