miércoles, 18 de diciembre de 2019

NAVIDAD 2019


NAVIDAD 2019
Entre pajas,
doradas, mies de cebada,
cama y almohada,
para el indefenso,
niño inocente,
cuna caliente, fría,
calor de algunos animales
que están, no piensan,
acompañan. Y otros,
los del mundo que discurre,
dicen de una estrella, un ángel,
una profecía de las que se cumplen,
unos astros que se juntan,
un niño que nace
como los demás sin pañales,
con una mano abierta de dar,
la otra cerrada de guardar
amores de corazón,
de vida que continúa,
viene, crece, se va
de las manos
como algo prestado.
Y hablará, y pensará y amará
como tantos niños
el día de su navidad, natividad.
Navidad, dulce Navidad,
¡Que nadie la estropee!
Aunque sea entre pajas,
aunque sea entre desacuerdos,
entre disputas, entre guerras,
la vida
es un don,
regalo de cualquier Navidad.
¡Feliz Natividad!
A todos,
a los de corazón sensible
y a los de casi insensible
porque todos tenemos
un hueco en el corazón,
donde palpita el alma,
el lado bueno que empuja,
empuja, se levanta y anda.
A todos los que hemos nacido de madre.
A todos, corazones de pequeños y de grandes.
A todos ¡Feliz Navidad!

José Mª Fdez. Lozano

viernes, 15 de noviembre de 2019

LA TORRE DE LOS DESEOS IMPOSIBLES



Tablero T. Mixta 60X100 y poema de 

José Mª Fdez. Lozano

LA TORRE DE LOS DESEOS IMPOSIBLES
Sin campanas las ventanas de la torre
que anunciaban deseos de gloria,
ilusiones al espacio complaciente,
ahora niebla, humo de leña verde.
Sin fin los escalones de alcanzar destinos
en un mundo perfecto  de conmover cielos,
derretir las entrañas de las estrellas.
Cerrada la cúpula donde plegarias
suplican luz blanca de manar dones,  
ahora rayos de ida sin respuesta.
En lo alto de la noche
una figura de cara blanca lamenta:
―”Cándido ángel de tierra  
que desea ver con farola apagada”
Voladores nocturnos de boca abierta
atrapan fantasías suplicantes,
ahogándolas en túneles oscuros.
Dragones, figuras de nube caprichosa  
a placer beben con su esponja los peldaños
que buscan utopías imposibles.
Deseos imposibles,
camicaces inútiles que se despeñan,
desde la cúspide de lo inverosímil alucinante
a la dura tierra de andar realidades.
Para qué desear con el tiempo en espiral
un punto absurdo de vanagloria original
al comprobar con manos vacías
que el futuro ideal al alcance no está.
Deseos imposibles,
bocadillo de viñeta en blanco
y globo con cola de burbujas
que merma y desaparece
en un recuadro vacante sin historieta,
papel en blanco que no se rellena sólo.
Son absurdas quimeras, castillos de naipes
sobre hierba alta vapuleado por la gravedad,
realidad evidente que ordena y manda.
El fresco del amanecer clarifica deseos
y entonces los gigantes son molinos,
las burbujas polvo a trasluz,
los camicaces gotas en desierto secas,
los voladores hojas sueltas en el suelo,
la blanca del cielo un espejo hecho añicos,
deseos rotos,  pasatiempo inútil,
mientras en los descansos del alma
donde reflexiona el pensamiento
los reflejos van perdiendo el pronto,
los demás como si nada pasean por la acera,
el día es de bochorno y de arriba
no llueven deseos, sobre todo si los deseos
son imposibles.


domingo, 3 de noviembre de 2019

LABERINTOS DE INFIERNO



Tablero al óleo 60X60 y poema de

José Mª Fdez. Lozano


LABERINTOS  DE  INFIERNO
Saturado el fondo interior.
La noche oscura de rojo y negro
se extiende cargando su peso
entre galerías desabridas,
y lechos de mohos rancios.
Frutos saciados a costa del hambre,
ensanchan su boca redonda, verde agria,
entran en fila tupida al pesebre,
puerta abierta de entrada libre.
No cabe la comida en garganta,
con embudo empujan abanicos,
sobras, despojos de banquete
a trancas los digiere la noche.
Conjugan números a puños cerrados,
dramas en asiento de anfiteatro,
retuercen el gesto de rabia
y escurridos de arcilla entre dedos prietos.
El polvo de mármol pide agua
que corre en pasadizos de túnel,
saciando la sed, grito en llamas,
a gargantas corroídas, rayadas con escoria.
Cuencas de ojos temblorosos
se apocan solitarios, hundidos,
sin salida estallan cristales, en añicos
las conchas de habitaciones muertas.
Tras capuchas de infamias cobardes,
ocultas se deshacen estatuas de arena,
mientras marsupiales hincan sus huellas
en las mantas tediosas del aposento.
Quién te mira, quién te ve,
exceso de remostar hollejos.
Quién te mira, quién te ve,
el caos no tiene ojos.
Enseña tu interior de latido,
el vestido de caoba enterrada,
tus dientes sonrisa, gajos de sandía
tu lloro imposible de niño,
tu vientre de avaricia que
no atraviesa grietas de luz.
El laberinto de infierno se cierra,
montones de tierra, después
no hay escena, ni eco, ni lejos
un lamento de plañidera llorosa.
La copa herviente a borbotones
en la mano estalla rota.
Otra copa gemela, con brillo de estrella
en manos limpias, estatua de parque,
entra por la puerta de cintura estrecha,
dejando gotas de sudor
en canteras de piedra.


lunes, 14 de octubre de 2019

ENREDOS



Tablero al óleo 60X60 y poema de

José María Fernández Lozano


ENREDOS
Cuatro caminos inciertos
al pie, al mismo tiempo,
eje de tierra y cielo, redondo, recto,
alternante el bastón de ciego,
toquetea torpe el suelo, enredo.
Una bola de golf en vuelo
sin vista, entre  ramas a lo lejos,
el banco de arena frena,
patina en césped de hierba,
en agua atasca, enredo.
Incrédulas bocas secas,
estelas de aviones
con miradas de esperanza
a nado por el espacio
en pañales de plástico
cada una a su aire, enredo.
Desperdicios de marea
forman cruces, caravanas,
los pies con saltos saltean
el lienzo ocre de playa
zurcido tejido, enredo.
Enredos cambiantes de roce diario,
amigos, enemigos,
amores, odios, conflictos, concilios,
bondades, intereses,
empujes, frenos, enredos.
Las alas encogen, ensanchan,
las palmas aplauden,
los gritos insultan,
si primero premio,
si derrota abucheo, enredos.
Sentada con respaldo grato,
sin prisa, no hay reloj en su brazo,
una persona con delantal ajado
desenreda la red enredada
hasta que no queden enredos,
ni ajetreo, ni zarandeo, ni jaleo.
La vida es un continuo desenredo,
aguja que teje de madeja a traje
a medida del bolsillo, de la mano
que pide y da comprensión, amor
o se enzarza
en enredos,
absurdos enredos.


viernes, 4 de octubre de 2019

DESDE LA LUNA


Tablero al óleo 60X60 y poema de
 José María Fernández


DESDE LA LUNA
Con ojos de justicia desde la Luna,
en la Tierra alboroto de intrépidos mares,
colorida de verde,  ocres de arena,
y nubes inquietas con masajes a su cintura.
Espectáculo de luces en la noche de espalda,
caliente, fresca, templada,
música, cantos, ríos de luces móviles
y estancadas en las ventanas.
Jarrón tupido hasta la copa en el día de cara
con hojas de relleno al fondo,
flores, destellos de fuego
y frío blanco en sus extremos.
Nativos vivientes en ajetreo diario,
andantes con botas de cuero y músculo blando
construyen torres de Babel
con escaleras sin terminar confusas .
Desde la Luna un cuento de hadas,
una esfera con nieve revuelta,
giros que avivan emociones,
entusiasmos al calor del sol,
mezclados con cantos de cigarra
y tristones lamentos con címbalos deshechos.
Qué contraste diría la cándida albina
sin saber cómo gesticular su mueca,
si contenta por el jardín de delicias
con revoloteo de almas felices
o triste por las humaredas negras, 
respiración vencida, química de asfixia.
Sin duda desde la Luna
la Tierra es hermosa
a pesar de sus vientos de polvo
y sus vueltas con venda en los ojos,
la Tierra es divina,
al mismo tiempo libre
y al mismo tiempo esclava.    


miércoles, 18 de septiembre de 2019

NUDO DE CADENAS


NUDO DE CADENAS
Tenía un camino de sueños
orientado hacia ti desde nada,
alisé con paso firme las barreras,
asenté con un suelo de piedras.
A tus cambios modelaba el sendero,
ahora un rodeo, ahora recto,
tras el halo de tus deseos,
a tus entusiasmos atento.
Arriba al fondo en un resguardo
junto al cielo, como en caja de regalo
inalcanzable a mano viva
parece que miras por una rendija.
Árboles verdes tiesos, erguidos
hacen fila y de sus ramas
caen hojas secas salteadas, húmedas
que borran sin acabar el camino.
Camino a medias perdido
entre hierbas bajas y maleza alta,
entre pasiones confesables
y amores profundos.
Una pared de eslabones que intimidan
amarrados a postes de  hierro macizo
(hasta aquí vida, hasta aquí muerte)
cortan el camino ganado a pulso.
Un nudo de cadenas oxidadas
agrandan el peso del alma,
no hace falta candado,
las llaves no abren vidas.
El camino ahí está,
lo limpia la lluvia
y los goterones de los árboles tiesos.
Los caminos
sirven para avanzar,
más anchos para dos ruedas,
por los de una
también se puede caminar.
A lo lejos el horizonte,
hay sitio para andar.

Foto y poema de
José Mª Fdez. Lozano

LLAMAS DE QUEMAR DESEOS


LLAMAS DE QUEMAR DESEOS
Frente al fogón de hogar
llamaradas encendidas de rojo
con ondulaciones rotas asfixian
deseos, deshechos caducos,
pensamientos inútiles que arrojo.
El fuego no se apaga,
comprende, acrecienta, espera
acoger a manos abiertas
mis despechos, alimentos
sobrantes de apetitos pasados.
Pensaba hacer tantas cosas,
casi todas para el día siguiente,
en otra ocasión más calmada,
exceso de optimismo ingenuo,
engaño que uno mismo se cree.
Mis previstos sin decir nada
en humo blanco mezclado
con esperanzas ardientes
se desentienden, se disuelven
en figuras deformes, alientos
agonizantes en un cielo de ocaso.
Errantes, perdidos vagan sueños
ilusiones sin dueño,
hojas sin árbol, lejos,
deseos nómadas del alma
con despedida sin vuelta.
O igual recapacito y retomo,
nunca se sabe, llamas que reviven,
las ideas van y vienen,
lo que hoy descarto
mañana sirve,
lo intento de nuevo
lejos del fuego
de quemar deseos.

Foto y poema de
José Mª Fdez. Lozano

EFÍMERA POMPA


EFÍMERA POMPA
En una alcoba de espejos
sin ventanas, los demás fuera,
un mundo de ilusiones,
reflejos de corbata aplauden
bajo una burbuja de ensueño.
La tormenta fuera no daña,
se estampa en la terquedad,
isla en dominio para uno sólo
con cristal de certeza irrompible.
La aislada burbuja se empaña,
con el tiempo escurren gotas,
la visión se enrarece
distorsiona las ideas,
los silogismos no cuadran,
se rompieron los espejos.
Las premisas a lomos de ave,
desde otros puntos de altura
cambian la película, el final
evidencia el punto crítico de nada.
Siempre quedan retales de verdad
que se desbocan precipitados en carrera,
salpican charcos, desgarran vestiduras,
disimuladas, caras redondas de sonrisa
con aires fríos  hielan sentimientos,
retuercen pensamientos.
Ajenos desamparados
se desparraman por tierra,
incrédulos se cuentan los dedos,
promesas que evapora el aliento.
Burbuja protectora,
pinchada en base,
fuente que desbarra,
errónea, inútil, cerrada,
efímera pompa,
caduca pompa olvidada.

Foto y poema de
José Mª Fdez. Lozano

miércoles, 7 de agosto de 2019

EQUILIBRIO



Tablero al óleo 60X60 y poema de


José María Fernández Lozano


EQUILIBRIO
Ondas choque de premura exigente
gravitan con amenazas
al núcleo del pensamiento.
Con desequilibrio emocional
vano el pedaleo en vacío,
la balanza de la decisión se atasca,
naturaleza o refugio, parque o casa.
Colapso, la incertidumbre vacila
y oscila entre acierto y fracaso,
la cuerda floja acaricia al precipicio,
en la caída los golpes duelen.
Equilibrio sereno de templanza,
calma, armonía en el alma, duda
árbol de fruto o de sombra, puerta
de entrada o salida.
La explosión arrastra prontos,
los arrepentidos llegan tarde.
Estallan nubes de signo opuesto,
sus rayos esparcen sentencias
direcciones quebradas, disparos
a caminos diferentes, estrellas
fugaces que lucen, se extinguen
disipadas en un tiempo de humo.
La mesura del equilibrio
confiere firmeza a la constancia,
una corona laureada de premio,
satisfacción, deleite, agrado.
(Aunque a veces se enzarce  
con espinas que hieren al alma
con lágrimas punzantes
de hielo amargo)


lunes, 17 de junio de 2019

LAS CORBATAS CUELGAN HACIA ABAJO



Tablero al óleo 60X60 y poema de José María Fernández Lozano


LAS CORBATAS CUELGAN HACIA ABAJO
Deprisa los ojos se cierran
con inminente susto de cerca,
    (el pánico es sorpresa) susto de cerca
con ayes de queja, refleja defensa,
instinto que repele o embelesa
si es amor el que llega,
asombros que cuelgan
de una cinta frágil, tierna,
como corbatas en venta
o colgantes de una cadena.
A seis cincuenta ofrece la tienda,
corbata barata o cara,
amor de precios
    (el amor es libre) amor de precios
con manos de pedir
o de dar con el descuento.
El peso siempre desciende,
mérito de carga suspendida,
pincho clavado en la pared
con pintura curvada de cuello
    (el cuello es redondo) curvada de cuello
el agua mira hacia abajo
en cuenco medio lleno,
veleta de guiño fijo
según aprecie la flecha.
La buena presencia vende,
la ropa, el realce, el adorno,
    (la corbata adorna) el adorno
cuelga como amor al cuello
de un buen escaparate,
con luz y altavoz de ambiente.
Guardada en el bolsillo se arruga,
    (el calor arruga) se arruga
doblada en el armario se olvida,
arrinconada en el desprecio.´
La corbata atrae,
flor que abre sus virtudes,
enamora porque agrada,
las corbatas cuelgan hacia abajo,
hacia arriba ahogan, estrangulan,
suspiro de chimenea que agoniza,
amor de habitación que se ventila
caprichos del viento
    (el viento es cambiante) caprichos del viento
niebla insípida que se disipa.
Las razones pesan
los sentimientos pesan,
los amores pesan
las corbatas cuelgan, como los pesos,
hacia abajo.


ESTALLIDO DE LA PACIENCIA


Madera al óleo 60X60 y poema de


José María Fernández Lozano

ESTALLIDO DE  LA PACIENCIA
Traslúcida, una visión traslúcida
abría página de madrugada,
velos de neblina compartidos
con gotas rociadas en la acera.
El césped crecía atrevido
de verde pálido cinabrio
con lenguas bífidas esbeltas
de elogios gratos al cielo.
La lluvia del día anterior
coloreaba de reflejos al campo.
Atractiva la tierra mojada.
Placentero el bienestar del alma.
¡En exceso sin embargo
todo se desmadra,
incordia, molesta, acosa
con aguijones de clavar venenos,
por la garganta un disparo
estallido de la paciencia,
improperios al cúmulo de males,
las nubes blancas enferman,
las apuestas no casan,
los amores se derriten,
la miel se amarga,
lamento contra el viento que empuja
hasta el borde del precipicio!
El borde no es la caída, es
ocasión de comentarios al margen,
con poca paja se hacen adobes,
sin viento aparente el pájaro vuela,
el aguante tiene alas,
sin prisa se extiende,
paciente Job ante las desgracias,
su templanza dio vuelta a la camisa,
donde antes sucio ahora se ve limpio
y abriga lo mismo.

Cuadro al óleo 60X60 y poema de

José Mª Fdez. Lozano(Arte conceptual)

miércoles, 29 de mayo de 2019

LA BÁSICA IDEA



Tablero al óleo 60X60 y poema de

José María Fernández Lozano


LA BÁSICA IDEA
En la vorágine de calor místico,
en la convulsa intriga de sueños,
brillos diluidos se convierten
en humo de pipa, encuentros claros
de luz, asamblea y acuerdo.
Amorfas florituras inquietas
con rostro juguetón de estadio
cambian de pie a mano,
no hay regla de hechura
en la sintaxis creativa.
Aderezos geométricos,       
en pizarra negra móvil
se desvían fuera, al infinito,
carrera corrida imprevista
con resultado de justo al blanco.
Cegadas las estrellas de figura
allá en el cielo etéreo de azul raso
se devanean combinaciones de madeja
sin soporte aparente punto de apoyo,
vaporosa nace de chistera
exquisita, única,  la idea.            
La básica idea, el concepto,
la presentación de una obra,
burbuja embarazada de mundo,
creación viviente desde  nada,
de gusano a mariposa con alas.
Un pensado y hecho real, creación,
un empujón manita de Dios,
venido de pelo al peine, un azar,
un chasquido al aire, o el sencillo
de sentarse en tierra y esperar
que llueva para hacer barro.
No hay atajos, el empeño también
mueve montañas, la imaginación
lo consigue a costa de exprimir,
y devanarse los sesos.


sábado, 4 de mayo de 2019

DECORADOS DE QUITA Y PON



Cuadro al óleo 60X60 y poema de

José Mª Fdez. Lozano


DECORADOS DE QUITA Y PON
Hoy llevo entre mis manos
una cara simpática sonriente,
ayer lágrimas de angustia,
según el revuelto que se cueza dentro.
En mochila pegada a piel
como lapa en blanco y negro,
funeral o fiesta, máscara
de carnaval o semana santa.
Pasiones camufladas
entre cortinas se airean
o lucen a flor de tiesto.
Altivos sabios de barba afilada,
o imberbes de boca abierta.
Adornos que realcen el despiste,
a juego de gustos, ocasiones,
a vista presumida de cielo
o cercana curiosa de balcones.
Captadores de masas
de mano encima del hombro
elegante de sombrero y corbata,
o pasante de camino largo,
gorra calada y camisa suelta.
Maquillajes de fachada pintada,
actores de escena cambiante,
misma persona, distinta herida,
decorados de quita y pon,
según nublado  por dentro
o por fuera sonría el sol.

EL ACOMPAÑANTE


Cuadro al óleo 60X60 y poema de

José María Fernández Lozano


EL ACOMPAÑANTE
Apoyado en su columna fija
calma ofrece y sosiego
desde las ramas un tilo.
Arqueadas se ondulan sus hojas
en danzas de cintura fina,
como cordón umbilical penden
y golpean  al viento, vientre
de madre comprensiva.
Cuando una hoja se cae,
se muere un hijo, un trozo
perfilado con forma de corazón,
en el suelo palidece,
se desmenuza y vuela
sin peso como polvo
a la buena de dios, lejos
donde algún río llevará al mar.
Hoja, flor, semilla, retoño
de costumbre simple capciosa,
engañosa vida de danza
cualquier roce de mala suerte
o porque llegue el otoño
puedes terminar en una ola de playa
donde juegue alguien
nuevas, distintas danzas de arena.
Testigo el viento que lleva.
Complaciente el viento que cumple.
Viajero el viento que vuelve.
El viento, el acompañante
se deja querer, galantea, repite,
una y otra vez, la ronda repite
hasta que en sus brazos
terminan los bailes.

jueves, 4 de abril de 2019

REMOLINOS DE MAR



Tablero al óleo 60X60 y poema de

José María Fernández Lozano


REMOLINOS  DE MAR
De andante de playa con espuma
en tobillos, sal pegajosa blanca,
de amasar huellas en arena blanda
a navegante, primero entre olas,
lenguas mansas, cama en calma,
después tempestad, remolinos de mar,
despistes de rutina, asoman abismos,
gritos, descorches que manchan,
imanes en caracol que absorben.
Con alabanzas, bonitas frases,
envoltorios de papel mojado,
oportunistas de ahogar vidas
embelesan a barcos frágiles de madera.

Cercos giratorios, abrazos de pancarta,
atraen al náufrago desprevenido,
víctima en giros rápidos de opinión
lo hunden en vueltas sin fondo
con enredos de peinado revuelto
donde las escamas del querer no brillan,
las aletas de nadar se enzarzan engullidas
fruto de una  atracción fatal en espiral
con guiños engañosos de libertad.


miércoles, 27 de marzo de 2019

AGUA QUE NO HAS DE BEBER



Cuadro al óleo 60X60

y poema de
José Mª Fdez. Lozano


AGUA QUE NO HAS DE BEBER
Brillos de luz ciegan en atardecer de cielo raso,
aguas dislocadas  a bocados en corrientes de rio,
guiños caprichosos cernidos con polvo de oro,
molestan a la vez llaman, irritan a un tiempo atraen,
obsesionan a mi atenta curiosa.
El parpadeo de fuego revoltoso me intriga,
insistente el beso de sol salpicando destellos,
ráfagas entrecortadas, contraste de luces y vacíos
abrazados, se van yendo, agónicas velas sin cera,   
que al aire sofocan, al agua calientan, de mí pasan.
Intiman en los rápidos de espuma fogosa,
en los claros de roca, espejos de rechazo,
encabritan saltos gotas sueltas sin provecho,
ante mí desfilan de puntillas, mojando al agua.
Según se empalman minutos a la hora,
los reflejos se pochan entre hojas de ramas bajas,
huellas negras, huidizas colas de gato entre piernas,
hasta desaparecer estrujadas en deshechos de hilo,
un recuerdo más al carro de ideales perdidos
que, sin despedir, se diluyen, marchan, desaparecen.
El agua, la luz, la luz y el agua viajan sin vuelta,
un chorreo de sudor cuesta,  piel arañada de espinas,
conseguir que alguna aspiración termine en la mano,
imposible acaparar todas las facetas a la vista,
quimérico involucrarse siempre, ser el mejor en todo.
En la profundidad de los océanos se acumulan
veleros de adiós, de hasta siempre o hasta nunca,
residuos de colores vistosos, oportunidades
convertidas en humo de chimeneas ajadas,
quietas,  con hollín espectador de fuegos  perdidos.
Cuando bebo agua de fuente a morro o a mano,
más de la mitad se escapa a mi ocasión del momento,
el resto que me supera, que no controlo,
no tengo más remedio que admitir con pena:
“Agua que no has de beber, déjala correr”
sin lamento, sin reproche, aunque esté buena.


sábado, 23 de marzo de 2019

BARCO DE EXPLORAR IDEAS



Cuadro al óleo 60X60

y poema de :

José Mª Fdez.Lozano


BARCO DE EXPLORAR IDEAS
El barco de las ideas navega
convencido, vela extendida, firme,
mástil de palmera recto
apunta de seguro al cielo.
Surca los mares un cuadrante
distinta gente, costumbres,
opiniones diferentes,
el palo central de cubierta
parece tieso, erguido,
un cuarto inclinado según antes.
Las convicciones nítidas
oscurecen, cambian, se enrocan
según el tiempo, las mentes,
la distancia , el ambiente.
El barco de las ideas se transforma,
ni ciegas, ni obstinadas, distintos cristales,
enfoques de claroscuro nuevos
descubren luces y sombras  de luna,
amaneceres y puestas diferentes.
El barco viajero de explorar ideas
evalúa, asimila, asume
distintas maneras de pensar,
diversa manera de ordenar la vida.
Las circunstancias mandan,
la opinión química de valores
inclina el peso de la balanza.
Donde se esté, la ola que alza, salva,
la que devora, ahoga,
ya sean frías o calientes
según el mar que toque,
el puerto al que se llegue.
Según se coman las palabras
son sanas o hacen daño,
según se ordenen las ideas
lo que está bien o mal
es cuestión de pareceres,
de costumbres, de leyes.
Cada rosca de tornillo aprieta o afloja
según la mano que dirija cada zona.


domingo, 10 de marzo de 2019

VUELTAS DE CAMPANA


Cuadro al óleo 60X60

y poema de:

José Mª Fdez. Lozano

VUELTAS DE CAMPANA
Campanario vanidoso,
caprichoso de vista alta,
retumbas a gritos de mando
pálpitos de giros fragosos,
con tus vueltas de campana
cargadas de ruidos sordos,
huestes que golpean los oídos
a los abajo dolidos
con tus cantos de pecho.
La costumbre de las vueltas,
pelota redonda al vuelo
pintada de pies y cabeza,
tan pronto arriba, abajo,
moneda al aire, incierto
el vencer o vencido,
línea de casual suerte
con repique de sentencia.
Vueltas en redondo
como ruedas de carro con vida,
un bache, una muesca,
un palo en la rueda,
un espino que se aplasta,
y si la piel es de goma
una espina que se clava.
Las vueltas a veces desbocan,
anzuelo en agua turbia,
ropa rasgada en revuelta,
tropiezo en  hoyo de noche,
piel arañada, sangran las manos,
clamor al cielo en papel blanco
donde se escriben respuestas.
Las vueltas también ascienden
vértigo transparente,
miedo a la caída
sudor en la frente,
abajo la tierra es cálida o fría,
el agua ahoga o salva,
el mundo da vueltas,
la vida da vueltas,
si sale seis apruebas, si uno
estás abajo, en esa vuelta.
En cada vuelta se van suspiros,
de agonía perdida al espacio,
se explaya el ánimo con gritos,
llamadas, despedidas, vivas de gloria,
ecos del alma que palpitan,
voz de la conciencia que recuerda,
recuerda y no calla, repite y no calla,
redobla y no calla, y no calla.


martes, 5 de marzo de 2019

DOS MUNDOS SERVIDOS EN EL MISMO PLATO



Cuadro al óleo 60X60 y poema de

José Mª Fdez. Lozano


DOS MUNDOS SERVIDOS EN EL MISMO PLATO
A vista de pájaro, desde la altura
dos mundos servidos en el mismo plato.
Uno el de tocar con la mano
de tierra maciza amasada con agua
con escurridos de humo y llama,
de cabezas amuebladas vestidas de ropa
con algún roto de sastre y deprisa andares.
La vida que transita a giros
alrededor del puchero de barro
se agita a ratos según los mandatos,
se ofrece en bandeja de banquete,
suavizada con mano de guante
en fila, a regueros, donde uno, donde todos.
Y  mientras giran las vueltas que sirven,
se desgastan en arrugas los días,
las noches duermen lunas frías,
al teatro se le añaden butacas
según crece la audiencia,
se desechan las rotas gastadas por el tiempo
a la hoguera del olvido.
Hay otro mundo por dentro de los ojos
servido en la misma bandeja,
oculto con fino hilo colorido de piel,
la imaginación
que vuela libre al antojo, sin fronteras,
abandona los grilletes de cárcel,
los pantanos pegajosos de barro
y urbaniza ilusiones etéreas,
mares que tragan vientos,
volcanes que esparcen estrellas,
viajes en espirales de espacio,
alientos que respiran bondades,
diseños, creaciones, fantasías
y también algunas burbujas
encendidas con maldades y venenos.
Dos mundos servidos en el mismo plato.
Dos mundos en cada persona.
Dos mundos que veo fuera y siento dentro.


domingo, 24 de febrero de 2019

CASCADA BRUSCA

 

Cuadro al óleo, 60X60 y poema de
José Mª Fdez. Lozano


CASCADA BRUSCA
En un cauce de agua tranquila
con arenisca de  pisada dulce
a pie descalzo me dejo llevar,
por la corriente de la vida,
en las orilla juncos de cortesía
con cumplidos de reverencia.
La corriente de repente desciende,
vertiente de cascada brusca,
un bache pensé, accidente
del terreno, la vida tiene bajones
que despiertan, alarman,
enrojecen el sudor de las sienes.
En chorros de agua se escurren
desprevenidas las ilusiones,
eran carreras de trayecto recto,
un descuido y la hoja se despeña
del árbol a la confusión, al vacío
tremendista de espuma
abajo agitada,  escandalosa,
el despertar a un dormir de sueños,
un sobresalto de susto sudoroso.
A contracorriente unos salmones
desde la misma espuma
de enjuagar salivas de lucha
alborotan, bregan, arriesgan
de la placidez a la cumbre,
escalada a la conquista
de lo imposible a posible
de lo profundo a lo divino,
al reencuentro de la primera agua virgen.
Un trepar con uñas y dientes,
contorsiones, aletas, orgullo
para que la vida se perpetúe
con visión inmortal en la cuna
de aguas claras, conquista que despierta
supervivencia, lucha insistente,
ganar la carrera al tiempo
con mirada de futuro, caída, remontada   
y victoria.

viernes, 18 de enero de 2019

DE ESPALDAS AL VIENTO



Cuadro al óleo 60X60 y poema de:



Autor: José María Fernández        Lozano



DE ESPALDAS AL VIENTO
A velocidad el cuerpo y la antorcha,
de espaldas al viento el atleta
con el puño fuerte, el final cerca,
prieto el dominio del brazo,
la luz se excita en carrera,
fragua avivada una fuga.
El ímpetu caliente de las brasas
declina el vertical de palmera,
sobrepasa a la cabeza,
trozos salpicados aventajan
el espacio a la meta.
Chispas volátiles sueltas
quieren llegar primero,
mueren, renacen de nuevo,
la cinta espera un vencedor
el humo del fuego prospera.
El viento por detrás avienta
y agobia, amenaza, empuja
a la llama que aventaja
estira como soga a la garganta,
como tropiezo en trampa celada.
Propaganda a favor en volandas,
gritos en las gradas reflejadas
en las piernas brillantes del atleta,
los pies hojas sueltas a rastras
entre rugosidades del suelo,
¿Quién llegará primero?
Contra la valla de fondo
se estampan ráfagas de llama,
halagos baldíos con desengaño,
papel arrugado en alambrada,
cometa fuera de frontera, brillos,
un destello se disipa y queda en nada.
El humo diluido en meta se esfuma,
los prontos de calor, rápido se enfrían,
las ideas alocadas, los vivas
antes de tiempo venden aire.
El premio  
de quien rompe la cinta
a cuerpo entero.


lunes, 7 de enero de 2019

BAILE DE ESTRELLAS


Cuadro al óleo 60X60
y poema de:

José María Fernández


BAILE DE ESTRELLAS
Desde cómodas costumbres,
plácida monotonía confortable,
y controlado el ábaco de cálculo
veo pasar en baile de estrellas
coronas de rosas con espinas
mansas que a veces pinchan,
y luces deslumbrantes de relámpago
con sus truenos cercanos que asustan.
Hecho a los palos que abalean nueces,
a los gritos, broncas de carretero,
no hacen mella en mi semblante,
en mi abstracta mueca que nunca sabe
si bosteza, asombra, ríe o  llora,
revuelto de arena, agua y tierra.
Cantos de sirena que embelesan,
rock duro que ensordece,
escritos místicos que apaciguan,
versos de muerte que amargan,
una risa se pierde en el aire
en paseo diario con bastón curvo,
un paisaje de amanecer fresco,
una paloma picotea granos en mi mano,
un anochecer cierra los ojos
y se acaba el espectáculo.
Mañana será de drama o de fiesta,
de alegre cacareo que entretiene,
o de traidor zumbido que avisa y pica.
Mis ojos domados ante el asombro
seguirán su vuelo rasante,
simulando cortes de murciélago,
al reguero de cintas blancas,
estelas húmedas de aviones,
a los nubarrones negros de miedo,
y a las estrellas encendidas que juegan
con fuego candente peligroso rojo
y a la vez cándido blanco,
velos transparentes de noche
de nupciales margaritas.