viernes, 18 de enero de 2019

DE ESPALDAS AL VIENTO



Cuadro al óleo 60X60 y poema de:



Autor: José María Fernández        Lozano



DE ESPALDAS AL VIENTO
A velocidad el cuerpo y la antorcha,
de espaldas al viento el atleta
con el puño fuerte, el final cerca,
prieto el dominio del brazo,
la luz se excita en carrera,
fragua avivada una fuga.
El ímpetu caliente de las brasas
declina el vertical de palmera,
sobrepasa a la cabeza,
trozos salpicados aventajan
el espacio a la meta.
Chispas volátiles sueltas
quieren llegar primero,
mueren, renacen de nuevo,
la cinta espera un vencedor
el humo del fuego prospera.
El viento por detrás avienta
y agobia, amenaza, empuja
a la llama que aventaja
estira como soga a la garganta,
como tropiezo en trampa celada.
Propaganda a favor en volandas,
gritos en las gradas reflejadas
en las piernas brillantes del atleta,
los pies hojas sueltas a rastras
entre rugosidades del suelo,
¿Quién llegará primero?
Contra la valla de fondo
se estampan ráfagas de llama,
halagos baldíos con desengaño,
papel arrugado en alambrada,
cometa fuera de frontera, brillos,
un destello se disipa y queda en nada.
El humo diluido en meta se esfuma,
los prontos de calor, rápido se enfrían,
las ideas alocadas, los vivas
antes de tiempo venden aire.
El premio  
de quien rompe la cinta
a cuerpo entero.


lunes, 7 de enero de 2019

BAILE DE ESTRELLAS


Cuadro al óleo 60X60
y poema de:

José María Fernández


BAILE DE ESTRELLAS
Desde cómodas costumbres,
plácida monotonía confortable,
y controlado el ábaco de cálculo
veo pasar en baile de estrellas
coronas de rosas con espinas
mansas que a veces pinchan,
y luces deslumbrantes de relámpago
con sus truenos cercanos que asustan.
Hecho a los palos que abalean nueces,
a los gritos, broncas de carretero,
no hacen mella en mi semblante,
en mi abstracta mueca que nunca sabe
si bosteza, asombra, ríe o  llora,
revuelto de arena, agua y tierra.
Cantos de sirena que embelesan,
rock duro que ensordece,
escritos místicos que apaciguan,
versos de muerte que amargan,
una risa se pierde en el aire
en paseo diario con bastón curvo,
un paisaje de amanecer fresco,
una paloma picotea granos en mi mano,
un anochecer cierra los ojos
y se acaba el espectáculo.
Mañana será de drama o de fiesta,
de alegre cacareo que entretiene,
o de traidor zumbido que avisa y pica.
Mis ojos domados ante el asombro
seguirán su vuelo rasante,
simulando cortes de murciélago,
al reguero de cintas blancas,
estelas húmedas de aviones,
a los nubarrones negros de miedo,
y a las estrellas encendidas que juegan
con fuego candente peligroso rojo
y a la vez cándido blanco,
velos transparentes de noche
de nupciales margaritas.