sábado, 9 de diciembre de 2017

LUCES ROSADAS

Anochece de frío seco en mi piel indolente,
en el horizonte círculos de la rosa del viento
sonrojan la neblina que se acerca a la orilla,
contagian el azul verdoso del mar en calma,
enlazando la última ola con la primera nube.
Confundo el color oscuro del suelo que piso,
de gato pardo camuflado en maleza almagra,
desamparado, sin mis hojas cálidas de estío,
párpados caídos, escurrida pesadez de venas,
casi abandono, y cierro los ojos.
Una luz de amanecer o crepúsculo no sé bien,
entre ramas de calles enlazadas con arrogancia,
dan una esperanza en mis aletargados sentidos,
vibran labios, desperezan fibras, hinchan venas,
las cercanas a tu presencia abren sus ojos verdes.
En mi exterior parece de noche, larga, pesada,
el pánico de la inseguridad profunda a cuestas,
en el interior llama de volcán, hambre de fuego.
Te esperaba libertadora de mi soledad cautiva,
de mi abstinencia retenida al tragar tanta saliva,
te esperaba, resignado, savia enterrada en vida.
Ahora sube un cosquilleo a la azotea de mi retina,
a la más alta almena del castillo, escalera arriba,
hasta percibir el resplandor de tu hoguera ardida,                
antorcha de mi cueva hasta la yema verde de guía,
de sombras vagas de candil,  a luces rosadas de día.


Foto y poema de José Mª Fdez. Lozano

viernes, 8 de diciembre de 2017

PRETENDIENTES

PRETENDIENTES
A través de  rejas onduladas,
tras una ventana de miradas,
joven casadera espera
en banco de madera y tela,
pretendientes de guitarra,
con acordes de alborada.
A varios aspirantes atiende,
que envía la ciega suerte,
ducha de agua en su cara,
a relevo fría y templada,
según el potingue de maga,
con sabor a brisa de amada.
Apuesto, aguerrido, fuerte,
el enérgico con alma valiente,
luchador de pelea resuelta,
esgrime su fiera fuerza,
a grito de lanza y espada,
su explosiva selva apasionada.
Con chillona melena suelta,
clavada una sonrisa eterna,
se acerca el de fácil palabra,
verso, piropo en galopada,
corazón que sale por la boca,
rodilla hincada y  una flor roja.
Con sortija resplandeciente,
acaudalada raíz evidente,
el rico elegante altanero,
pies alfombra de dinero,
no se anda por las ramas,
con triunfos, partida ganada.
―Fácil elijo, difícil acierto,
comenta la dama en aprieto,
en teoría nadie es perfecto,
que el corazón elija el destino,
y si por caso se rompe el hilo,
volveré a la cancela negra,
con vista,  a guiños de estrella.

Lienzo al óleo 100X81 y poema de

José Mª Fdez. Lozano

miércoles, 6 de diciembre de 2017

TRENZA DESMELENADA

TRENZA DESMELENADA
Me atan… Me dejan suelto.
Dos barandas marcan el sendero curvo,
lúcido en el centro, lados sombríos.
Por aquí la guía, el límite,  el agarre,
tensión estirada que atrae, tensa
el aguante de la trenza fibrosa,
dura, doble, por si una fuera poco.
Me dan paja de vaca domesticada,
verde de matar el hambre,
que la costumbre no se rompa, seguido
después de un nudo el siguiente.
Me duermen sobre estrías de guijarro,
para que la piel se haga al palo,
que camine sobre tierra de polvo seco,
ni agua, ni barro, ni fuente al lado. Me atan…

Y a la vez me dejan suelto.
Trenza desmelenada libre,
cuerda deshilachada de guitarra
en concierto de fiesta al aire libre.
Madeja deshecha,  broza volátil,
ahora voy a mi antojo y deseo.
Enderezo curvas de caminos viejos,
con piedra machacada de pisar suave.
Mando… Prometo… Cumplo… Amo…
Me dejan suelto… ¡Libre! Haz lo que quieras.

Menos de la manzana, rígida trenza,
come del fruto que más te apetezca.
Me atan… Me dejan suelto.
Me atan… Me dejan suelto.

NAVIDAD 2017











Dibujo al óleo y
texto de
José Mª Fdez. Lozano