A PLATO SERVIDO
A placer, húmeda por el goteo
de un grifo mal cerrado
una insignificante lombriz de tierra
cara despistada, cuerpo rojizo
de pronto se ve destapada
por un golpe de viento seco.
Se apresura en ocultar su desnudo
entre grietas de barro blando
visualizando en la huida loca
su flexible y contorneada cintura.
Unos ojos claros terminados
en pico aguileño, a la par dos aves
gris cobrizo una ,anaranjada la otra
tejen ideas maléficas de rapiña
desde una rama casual, cercana
a la imberbe a plato servido.
Ambiente tenso, crítico el momento,
el peligro, visto venir encima cerca,
el miedo invade prisas de ahogo,
el deslizar torpe con tropiezos
desquicia el avance de la huida.
El tiempo urge, no da margen,
la línea de cobijo infinita, inminente
el agobio carcome entrañas
y un sudor frío hace aguas en saco roto.
La incertidumbre desgata paciencias,
el tiempo vive agonías anticipadas,
se encoge en un puño el alma
cuando la decisión patina en hielo
y el esfuerzo tenso se atasca quieto.
Las de arriba en el dintel de la rama
discuten, quién se lanzará primero.
La indecisión de unas,
da piernas a la perseguida,
los nudo se deshacen solos
y la víctima se refugia, fortuna,
en el terreno que domina.
Para otro día la comida
se lamentan unas.
Un día más de vida
suspira la salvada.
A gusto, libre y en paz
bajo techo se improvisa un hogar,
donde los peligros se ven pasar,
como lejos, olas bravas de mar.
Óleo 60X60 y poema de
José Mª Fdez. Lozano (Arte conceptual)