viernes, 30 de noviembre de 2018

CUALQUIERA PUEDE SER SANTO, CUALQUIERA PUEDE SER DIABLO


Cuadro al óleo 60x60 y poema de:

José María Fernández Lozano.


CUALQUIERA PUEDE SER SANTO,
CUALQUIERA PUEDE SER DIABLO
Bajo capas de ceniza polvo,
sin humo aparente que delate,
brasas rojas con capa negra,
guardan su fuego al acecho,
si estrechas su mano quema,
cualquiera puede ser diablo,
su corazón de malicia arde.
Entre flores de campo,
de aroma atractivo, abiertas,
laboriosas abejas se afanan
a jornada entera, solidarias,
sustento de familia,
feliz el que come de su mano,
cualquiera puede ser santo,
su corazón de amor sobra.
Con mano astuta de estafa,
manipuladora de situaciones,
zancadillas, tropas de ataque,
engaños,  anuncios falsos,
trampas en colchón de cactus
ofrecen agarrarse a hierro ardiente
con pegamento de por vida,
cualquiera puede ser diablo,
su corazón de malicia arde.
Con olor a socorro
manos limpias se ofrecen
al que tropieza, se asfixia,
se precipita, se ahoga,
cualquiera puede ser santo,
o cualquiera puede ser diablo,
si ladea la vista,
pisador de cabezas
en caminos francos,
la voluntad dirá,
si santo,
o diablo.

miércoles, 28 de noviembre de 2018

POR DENTRO DESDE FUERA


Cuadro al óleo 60X60

Autor: José María Fernández


POR DENTRO, DESDE FUERA
Fulgores de luz destellan,   
desde el mar brillos inquietos
con canción acorde pegadiza
a ritmo palmas huecas  
golpean recovecos de roca,
húmeda su piel por fuera,
seco su aliento por dentro.
Desde fuera, a distancia en tierra
el interior del mar, supuestos,
lo que cada ser esconde dentro,
imaginación, misterio, secreto,
enmudecida  bola de cristal,
esconde reacciones de carácter
como dos personas distintas
en convivencia encubierta.
Soñadores de ensayar vuelos,
cabezas de tigre fiero,
cuernos de toro que rasgan,
ballenas de boca abierta,
con filtros trampa atrapan
payasos pintados a colores
cuando danzan entre corales
tiernos, de toque inocente.
Invisible interior en mar revuelto,
intimidad de telón cerrado,
empañado cristal, telaraña
polvorienta que tapa la cueva
escondida del pensamiento.
De la piel a lo profundo un mundo,
hermético devaneo bajo superficie,
hasta que se desnuda el alma,
entonces el pez salta fuera del agua,
a foco de luz se cuentan sus escamas,
en la red de pescador  se retuercen
sus vicios y virtudes, su vientre
blando manipulado al tacto, sus espinas
y sus entrañas se destripan
como el crítico a una obra de arte.

Poema de:José Mª Fernández. Lozano 

viernes, 23 de noviembre de 2018

RETRATO DEL QUIERO Y NO PUEDO

 Muestra de mis dos cuadros en la exposición "Retrato" en Bankia Logroño 2018

Cuadros al óleo 100X100
Autor José María Fernández.

Poema sobre el título:
"Retrato del quiero y no puedo"
RETRATO DEL QUIERO Y NO PUEDO
Se consume a desvanes de viento,
arde la hoguera, llamas en San Juan,
estallan chispas, afloran deseos,
que después del salto no veo.
Espectáculo de ojos abiertos,
en vendaval pompas de jabón,
vuelan ocasiones, proyectos,
visiones peregrinas en fuga de estrellas.
Oros que atraigan lujos,
salud de roca, un juguete
que divierta siempre,
amores de almena o al menos
una cita a ciegas, si espera.
Venían las olas tan fuertes,
de ilusiones a rebosar espuma,
cogerlas sólo un esfuerzo,
extender abierta la mano.
Decisión aplazada, letargo,
sonrisa negra, palmada en espalda,
pena de diente blanco,
ni con pinzas de langosta
atrapo letras en libro abierto.
Retrato del quiero y no puedo,
duda del quiero y no quiero,
cintas que se escapan
entre dedos, puesta de sol,
cada día sin decir adiós,
desaparece a lo lejos.
Huellas que pasan, pisan queman,
quedan cicatrices en la piel
que cada día se renueva,
para que otro viento la azote
y se desvanezca a lo lejos,
como tantos, como muchos otros.

Cuadro al óleo 100X100 y poema de

José Mª Fdez. Lozano (Arte conceptual)

MUESTRA EXPOSICIÓN

Muestra de mis tres cuadros en la exposición VII Bienal de la UDP en el Ayuntamiento de Logroño 2018


"Porrón, copa y barrila, Óleo 122X122

"Padres de no sólo pan" 146X114

"Pausa en el tiempo" Óleo 122X122



Poema sobre el título Porrón, copa y barrila:

PORRÓN Y COPA
Días de espuma blanca,
aplauso a las burbujas,         
ráfagas de chispa rosa,
cantan vivas al cosmos,         
explosión de confetis,
y banderines de fiesta.
Días de porrón y copa,
al aire sombreros de ala,
el vaso de vino lleno,
la botella a medias aguanta,
la vida viva vive su vida.
los años, las horas, los días.

PITORRO DE TETA
Mientras el cuerpo aguante,
tinto, rosado, blanco,
y a la mañana siguiente
si es que amanece,
al fresco paciente espera
gordinflón un botijo
de barro amasado, cocido,
pitorro de teta, asa a mano,
cariñoso, de tacto fresco
con agua de fuente clara.

PANZA DE FRESA
De mis labios aguarda un beso
cita a la sombra bajo nubes blancas,
piar de pájaros, y naves por el espacio,
el botijo en manantial frío,
pies a remojo, corriente de río,
siesta calmada bajo un tilo.
Vuelve a la piel su color rosa,
saludable bebida salvadora, 
agua de mañanas frescas,
la botija con panza de fresa.


    José María Fernández

jueves, 22 de noviembre de 2018

CIELO ROJO TIERRA ROSA



Cuadro al óleo 60X60 y poema de 

José María Fernández




CIELO ROJO,  TIERRA ROSA
Cuando te cambian los esquemas,
la rutina, manías, ideas fijas,
cuando te cambian el querer,
compromiso, deber, obligación,
cuando la ilusión de un sueño,
se reduce a un charco de pisar,
te ahogas en una piscina vacía.
A la vista el cielo oscurece,
pisas en barro pegajoso 
de arcilla laxa, buceas
en mar negro con telarañas
blancas de sal espesa.
Un hueco lleno de nada,
un vacío que no respira,
un abismo sin cimientos,
unas manos sin huellas, ciegas,
que no distinguen el frente,
que no palpan la luz, ni el aire.
En el firmamento tenebroso
de la imaginación flota
un cielo de rojo oscuro
y una tierra, para los demás rosa,
aceras con figuras borrosas
que comparten risas, tristezas,
laberintos de calle se escurren
entre edificios que se tambalean.
El alma se estremece,
se derrumba, naufraga,
cuando pierde el norte,
el paso, la meta,
el ambiente, la moda.
El alma se estremece,
cuando te rompen los esquemas.

martes, 20 de noviembre de 2018

PAUSA EN EL TIEMPO


Cuadro técnica mixta 122X122

y poema de José María Fernández


PAUSA EN EL  TIEMPO
Atascadas se detienen las agujas,
de mi reloj tapa abierta de bolsillo,
ahogadas en niebla, rendidas,
agónica penumbra de brazos caídos,          
atrapadas en un nada de tiempo.
Paralizado el tic tac, un silencio
de compás ritmo en suspenso,
pausa congelada por tiempo,
finaliza el tiempo a tiempo,
tiempo muerto en un partido.
Las hojas caídas de invierno,
a pecho descubierto, en su tiempo,
quietas en el suelo haciendo tiempo,
al mismo tiempo las cuento y son
infinitas como el tiempo.
Eterno sería a tiempo completo,
si por mí no pasara el tiempo,
si robara un exiguo lapso de tiempo,
sin tiempo de que cuente el tiempo.
¡Contratiempo!
Mi reloj de tiempos,
en poco tiempo corre a destiempo,
sin dar tiempo al tiempo
me faltó tiempo para poner
las agujas exactas, al mismo tiempo
que el sol ordena la hora del tiempo.
Desde entonces me falta tiempo,
de un tiempo a esta parte,
me anticipo al tiempo,
no dejo pasar el tiempo porque
el tiempo que hoy pasa,
mañana diré, ya hace tiempo,
que fueron otros tiempos.
En un tris de tiempo las hojas verdes
de amarillo besan al suelo,
la hora de cambiar la hora,
cosas del tiempo.  

lunes, 19 de noviembre de 2018

SALTOS ENCIMA DE LA BARRIGA


Cuadro al óleo 60X60 y poema de

José María Fernández Lozano


SALTOS ENCIMA DE LA BARRIGA
De tanto tapar agujeros,
curar heridas, estañar grietas,
de tanto secar lágrimas y sonreír sonrisas,
la cabeza con los años se relaja,
vestida con una cortina de niebla.
Cuando notas saltos encima de la barriga,
canciones tiernas aunque sufras,
criaturas comienzo de vida,
que te usan de colchoneta,
a lo que hemos llegado, piensas.
Juegas a lo que nunca has jugado,
sirenas estridentes, latosas notas,
juguetes en serie de diseños raros,
con los pequeños avispados nuevos,
agachas la cabeza, qué remedio, y aprendes.
Cuando te miras las manos, arrugas, callos,
así, así la vista y los pies,
no abrazas padres, no están,
se cuelgan del pantalón nietos,
abuelo, qué tal estás.
Demasiados laberintos,
azules de cielo, rojos de sangre,
caminos de piedras, de rosas,
de vuelta con un bastón,
e inquieta una mano de enano.
¡Feliz! Dijo un santo al morir,
al superar la batalla de la vida.
¡Feliz! Es mi deber gritar,
ver la vida a gatas, a primeras palabras,
a nuevos besos, a un cariño más.
¡Feliz! Por querer y ser querido,
igual es presuntuoso, uno siempre
quiere un poco más, aunque para eso
tenga que aguantar saltos de niño
encima de la barriga.