DESPUÉS DE LA TORMENTA
Después de la tormenta
esparcida vuelco y vuelta
una gaviota duda en tierra
si está a trozos o entera.
Su cara atasco de poema,
ojos cegados, boca abierta,
pico borde de bañera,
patas caos de leñera.
Algas negras en la arena,
la tromba ensució la tierra
de un rosa pálido de pena,
desconciertos de verbena.
El cielo azulado refleja
cortes de bruja perversa,
espejos rotos que laceran
sus sombras maltrechas.
Juntos broza y maleza
enlazan palos de reja,
pintadas patas negras
con grilletes de condena.
atascadas ya no vuelan
y aunque esfuerce y quiera
el desenlace una quimera.
Tras la fatídica tormenta
otras aves felices vuelan
ajenas encima de su cabeza
con lustrosas alas de veleta.
Pide ayuda a campana vuelta
gaznate hinchado de queja,
que se pierde en la estepa,
languidece agotada su fuerza.
Después de la tormenta
del árbol caído hacen leña,
discípulo al suelo besa,
recompensa traicionera.
No interesa la empresa
de por medio sin renta,
no interesa ni la guerra
sin asegurarse la presa.
Haces atados de tiniebla
agonizan lenta su espera,
la noche triste al fin llega,
lloran las estrellas.
¡Coraje, fuerza, firmeza!
La naturaleza maestra
con escoba de limpieza
y amor leal, se presenta.
Cuadro al óleo 60X 60 y poema de
José Mª Fdez. Lozano (Arte conceptual)