martes, 30 de noviembre de 2021

INTIMIDAN


 

INTIMIDAN

Con lo inadvertidas que son las miradas

de las aves de paso que vuelan suaves,

y aunque ruidosas las sirenas con luces naranja,

alarmas pasajeras, después sosiego y silencio

la cabeza permanece despejada, alta

y el respiro de alma en agradable calma.

En cambio intimidan las fijas,

insistentes miradas de presencia prominente,

pegadizas losas cargantes que amartillan

la garganta, encogen el habla, el ánimo apisonan,

peso pesado que hunde ilusiones en un pozo.

Miradas de grupo que infunden agobio,

miedo inyectado en vena virgen,

provocan erupciones de luna llena roja,

desvisten en público vergüenzas opacas,

ocultas con llave, baúl de secretos viejos.

A ras de suelo, babosas de lágrima pegadiza

arrastran defectos, bagaje temerario a cuestas,

a espaldas deberes que inventa el subconsciente

infunden miedo, mensajes inmaduros infantiles

que sin querer escapan sueltas al aire

entre palabras, frases y discursos.

Ridículos se acumulan en montículos

de carbón y cisco de encender braseros

por dentro fuego, por fuera

leña fresca a medio quemar negra,

apetencias desaparecidas del argumento,

perdidas en un bosque de exigencias.

Al abrigo de andar por casa, sin embargo,

eslabones de aplomo, aditivos de energía

manos al hombro desempolvan esperanzas,

añaden agarres de subir acantilados,

gritos de pies a cabeza derraman

acordes nuevos, renacen agonías,

oportunidades dispuestas siempre a punto,

el nuevo, reciente, mejor coloquio

redime el recuerdo en cuenta,

como juguete nuevo de niño

como un conseguido de adulto,

como lo que parecía difícil,

resulta sencillamente fácil,

a la tercera tan fácil,

como andar por casa.


Cuadro de 60X60 y poema de

José Mª Fdez. Lozano (Arte conceptual)


lunes, 15 de noviembre de 2021

DESGARROS


 

DESGARROS

Apocado intelecto,

el valer demasiado bajo,

la autoestima por los suelos

en lo profundo del sentimiento.

Alrededor brotan éxitos de moda,

pujanzas de número, pilares erguidos,

altivos éntasis de las columnatas griegas,

debajo bases donde los charcos hacen aguas.

Cuarteado el tronco, venas de esponja,

de las grietas polvo de ceniza,

las vestiduras dejan al desnudo

ropa amontonada en el suelo.

Desgarros del alma maltrecha

se asoman en tiras al vertedero,

al desprecio de alcantarillas

con desgaste de escalinatas

pisadas por la costumbre.

Los peldaños de subir al día,

pan, carpeta, herramienta,

encuentran eslabones rotos,

falsos descansos al precipicio,

cimas vacías de hierba.

Por el observador sensorial de claraboya

lágrimas de fregona menguante,

cabelleras escurridas mendigan

ocasiones superfluas perdidas.

Su tránsito de peaje peregrino

hace de cojín mullido el asiento

para el multiplicador de verbos,

don de gentes, exigente pulpo,

de manos rojas y bigotes largos.

Las sobras desparramadas en manos,

se escapan por estériles huecos,

ranuras entre mimbres de cesta,

sin solución, derroche y pena.

Desgarros del alma a las agujas

del tiempo corto, la prisa exigente,

a la vez sube, baja, vete, ven,atiende

a medias, lo sabido hacer a enteras.

Hábitos, látigos, falacias falsas

presionan la cintura al ahogo

con cinturones rígidos de cuero

y hebillas al rojo, forjadas con rabia.

Mientras, entre tóxicas escenas,

de humo denso y desierto negro

el alma indecisa sale, entra, boca abierta,

en espera de que descampe la tormenta

y de la raíz emerja sabia con hojas nuevas.


Lienzo al óleo 30X80 y poema de

José M.ª Fdez. Lozano (Arte conceptual)

jueves, 4 de noviembre de 2021

EXPANSIÓN Y CONVERGENCIA

 EXPANSIÓN Y CONVERGENCIA

Te alejas entre cortinas, velada distancia,

marcha adelante, a reojo etapas pasadas,

vivencias pegadas e hilvanes de viento,

sin pausa de pensamiento, espiral redonda.

Inapreciable el paso abierto al infinito,

deslucido el traje se disuelve en partes

que se pierden agotadas, vacías, secas,

sin calor, ni fuego que palpite dentro.

Te alejas fría, horizonte brumoso de estepa,

disipada luz de estrella escarchada, blanca,

apartas vínculos de unión, riendas sueltas,

desbocado el caballo hacia no se sabe dónde.

El empuje se agota, se estabiliza, descanso,

perplejo rostro ante el final vacío de fuerza,

no hay sendero, globos desnudos flotan

sin pértiga tensada aparente que sujete.

Caída libre, vuelta al suelo de partida,

la sangre retorna al corazón de origen,

hijo pródigo al palacio del seno materno,

se afloja el muelle, el amor se aplana.

Las hojas ocre pálido aceleran el declive,

sabia al refugio de raíz, contenida rabia,

empujes, atropellos, ahogos, gritos

de gestantes, ciegos, amontonado caos.

Demasiada prole para un solo aforo,

el espacio se satura, a reventar denso,

la convergencia finaliza, la prueba explota

y un nuevo amor comienza su andanza,

vuelta en espiral con doble de campanas,

palomas al cielo, otra vez azul,

otra vez parece eterno.


Cuadro al óleo 60X60 y poema de

José M.ª Fdez. Lozano (Arte conceptual)