miércoles, 29 de mayo de 2019

LA BÁSICA IDEA



Tablero al óleo 60X60 y poema de

José María Fernández Lozano


LA BÁSICA IDEA
En la vorágine de calor místico,
en la convulsa intriga de sueños,
brillos diluidos se convierten
en humo de pipa, encuentros claros
de luz, asamblea y acuerdo.
Amorfas florituras inquietas
con rostro juguetón de estadio
cambian de pie a mano,
no hay regla de hechura
en la sintaxis creativa.
Aderezos geométricos,       
en pizarra negra móvil
se desvían fuera, al infinito,
carrera corrida imprevista
con resultado de justo al blanco.
Cegadas las estrellas de figura
allá en el cielo etéreo de azul raso
se devanean combinaciones de madeja
sin soporte aparente punto de apoyo,
vaporosa nace de chistera
exquisita, única,  la idea.            
La básica idea, el concepto,
la presentación de una obra,
burbuja embarazada de mundo,
creación viviente desde  nada,
de gusano a mariposa con alas.
Un pensado y hecho real, creación,
un empujón manita de Dios,
venido de pelo al peine, un azar,
un chasquido al aire, o el sencillo
de sentarse en tierra y esperar
que llueva para hacer barro.
No hay atajos, el empeño también
mueve montañas, la imaginación
lo consigue a costa de exprimir,
y devanarse los sesos.


sábado, 4 de mayo de 2019

DECORADOS DE QUITA Y PON



Cuadro al óleo 60X60 y poema de

José Mª Fdez. Lozano


DECORADOS DE QUITA Y PON
Hoy llevo entre mis manos
una cara simpática sonriente,
ayer lágrimas de angustia,
según el revuelto que se cueza dentro.
En mochila pegada a piel
como lapa en blanco y negro,
funeral o fiesta, máscara
de carnaval o semana santa.
Pasiones camufladas
entre cortinas se airean
o lucen a flor de tiesto.
Altivos sabios de barba afilada,
o imberbes de boca abierta.
Adornos que realcen el despiste,
a juego de gustos, ocasiones,
a vista presumida de cielo
o cercana curiosa de balcones.
Captadores de masas
de mano encima del hombro
elegante de sombrero y corbata,
o pasante de camino largo,
gorra calada y camisa suelta.
Maquillajes de fachada pintada,
actores de escena cambiante,
misma persona, distinta herida,
decorados de quita y pon,
según nublado  por dentro
o por fuera sonría el sol.

EL ACOMPAÑANTE


Cuadro al óleo 60X60 y poema de

José María Fernández Lozano


EL ACOMPAÑANTE
Apoyado en su columna fija
calma ofrece y sosiego
desde las ramas un tilo.
Arqueadas se ondulan sus hojas
en danzas de cintura fina,
como cordón umbilical penden
y golpean  al viento, vientre
de madre comprensiva.
Cuando una hoja se cae,
se muere un hijo, un trozo
perfilado con forma de corazón,
en el suelo palidece,
se desmenuza y vuela
sin peso como polvo
a la buena de dios, lejos
donde algún río llevará al mar.
Hoja, flor, semilla, retoño
de costumbre simple capciosa,
engañosa vida de danza
cualquier roce de mala suerte
o porque llegue el otoño
puedes terminar en una ola de playa
donde juegue alguien
nuevas, distintas danzas de arena.
Testigo el viento que lleva.
Complaciente el viento que cumple.
Viajero el viento que vuelve.
El viento, el acompañante
se deja querer, galantea, repite,
una y otra vez, la ronda repite
hasta que en sus brazos
terminan los bailes.