viernes, 26 de enero de 2018

EL MOSQUITO A LA MOSCA

EL MOSQUITO  A  LA MOSCA
En desniveles de distancia,
piruetas violentas suicidas,
el mosquito persigue a la mosca,
huidiza en laberintos de viento,
tras los atrayentes efluvios
de su anatomía delicada.
El mosquito a la mosca,
aleteos mutuos de trompetas,
sonidos que persiguen,
aquí estoy yo, el ruidoso,
para lo que haga falta,
incondicional marido amante.
Llamativos espavientos,
molestos para el dueño
de pantalones, brazo peludo,
que exhibe un matamoscas
con malas intenciones, sólo
por hacer cosquillas en los pelos
de la nariz cuando está dormido.
Natividad, pasión y muerte,
realidad larga, paja
ablentada de grano,
pasatiempo corto, en el aire,
espectáculo que encabrita,
polvo de viento en el ojo,
pasatiempo, juego de alas,
días contados de sangre,
adobe que se deshace
para mosquitos, moscas
y mortales.

Pintura al óleo 65X50 y poema

de José Mª Fdez. Lozano

martes, 23 de enero de 2018

CALABAZAS

CALABAZAS
Al lado te acompaño,
la distancia cerca,
envidia tengo del viento
que te acaricia y palpa,
del sol que calienta
tus mejillas rosadas,
de tu ropa pegada
que te roza y toca,
de la música de las hojas
cuando al pasar pisas.
Sin embargo a otro lado
tu silencio mira indiferente.
A tu lado la gente cruza,
desvían sus miradas
quiebros de golondrina,
la sonrisa de los niños
a compás devuelves,
tus respiros a hierba verde
perfuman paseos, jardines,
tu pelo de color se pinta  
con flor volátil de cerezo,
manos de nubes y ramas
dibujan luces en tu cara.
Sin embargo a otro lado
tu silencio mira indiferente.
Te hablo de cosas del corazón,
de amor, de sentimientos…
Mi hablar por fin termina
diluido en agua fría,
tus ojos se pierden lejos,
canto distraído de pájaro,
en pensamientos de calabaza.
Hablo ya por hablar,
y a sabiendas me resigno
porque éstas de antemano sé
que ni escuchan, ni hablan, ni sienten
por más que uno se esfuerce.

Lienzo óleo 100X81 y poema

de José Mª Fdez. Lozano

sábado, 20 de enero de 2018

QUE NO SEPA LA MANO DERECHA

QUE NO SEPA LA MANO DERECHA
Abanico de aire a dos caras,
luz cálida en ventana,
de celda fría de castillo,
que no sepa la mano derecha,
lo que soporta la izquierda.
Exultante alegría de boca,
cabeza de sol, de gloria,
dentro entraña en llamas,
lágrima oculta, reprimida,
ahogada en sabor salado.
Flores lucen al amanecer,
frescas, vistosas,
en jarrones delicados,
de porcelana en la palma
triunfal de una mano.
En la otra con ánimo velado,
tijeras de corte, martillo de golpe,
pisada retorcida de rodilla,
como alfombra de entrada,
en el suelo inadvertida.
Que no exprese la visión de cara
piel de fachada maquillada,
balcón de públicas arengas,
lo que sufre el alma encogida,
tras las ropas escondida.

Pintura al óleo 50X65 y poema

de José Mª Fdez. Lozano