miércoles, 6 de diciembre de 2017

TRENZA DESMELENADA

TRENZA DESMELENADA
Me atan… Me dejan suelto.
Dos barandas marcan el sendero curvo,
lúcido en el centro, lados sombríos.
Por aquí la guía, el límite,  el agarre,
tensión estirada que atrae, tensa
el aguante de la trenza fibrosa,
dura, doble, por si una fuera poco.
Me dan paja de vaca domesticada,
verde de matar el hambre,
que la costumbre no se rompa, seguido
después de un nudo el siguiente.
Me duermen sobre estrías de guijarro,
para que la piel se haga al palo,
que camine sobre tierra de polvo seco,
ni agua, ni barro, ni fuente al lado. Me atan…

Y a la vez me dejan suelto.
Trenza desmelenada libre,
cuerda deshilachada de guitarra
en concierto de fiesta al aire libre.
Madeja deshecha,  broza volátil,
ahora voy a mi antojo y deseo.
Enderezo curvas de caminos viejos,
con piedra machacada de pisar suave.
Mando… Prometo… Cumplo… Amo…
Me dejan suelto… ¡Libre! Haz lo que quieras.

Menos de la manzana, rígida trenza,
come del fruto que más te apetezca.
Me atan… Me dejan suelto.
Me atan… Me dejan suelto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario