Cuadro al óleo 60X60 y
AMOR DE COHETE
Vienes,
de repente,
avivas el paso,
fogoso proyectil disparado,
lanzadera de frente
al espacio de mi rostro,
en un suspiro de aire silban flechas,
las palabras fugaces de tiempo
telégrafo de gestos,
en cascada todo el agua al vaso,
las gotas sueltas,
chispas de estrellas colgadas
en un segundo de suspense eterno
ceniza al fuego,
se apagan.
Como vino,
de repente se fue
en estampida polvorienta,
tubo de escape al galope
el humo agita pañuelos grises,
la distancia se disipa en micras de tiempo ,
amor de cohete,
de los suyos
el calor de arena se encarga.
Vienes,
sin prisa,
de lejos pausados pasos,
luz sosegada de un amanecer lento,
el jardín de tus labios huele a húmedo
con sonrisa de surcos anchos
la distancia vuelo en descenso,
encuentro, abrazo, beso,
las palabras flotan exultantes,
el mar en calma no agobia orillas.
Sales,
te alejas de costumbre,
inercia de vaivén,
el viento de manifestación tranquila,
un aroma de flor en autobús
se aleja,
la palma de la mano ondea
en bandazos de bandera,
después a la vista nada.
En un punto lejano entre sueños blancos
con un auricular pegado al oído
el corazón dialoga con mimos lejanos
como quien abre sábanas de noche,
para llenar abrazos largos, intensos,
amor de columpio, de leona, de gata
que de los suyos no se aparta.
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