CASCADAS DE TIEMPO
A jarros, cruel insensible,
desciendes incisivo tiempo,
cascada de agua entre rocas,
insistes, oprimes, pesas,
desgastas cuerpos, abrumas mentes.
De cavernas a mansiones,
de siena oscura a blanco hueso,
de arropados a desnudos,
estaciones, años, siglos, tiempo
arrugas la piel del que tiene vida.
Al lado, al borde de los ojos, una orilla,
pajas alojadas en remanso
juegan a luces con el sol,
y unas hojas verdes alargadas
se exhiben esbeltas presumiendo de talle.
Tu tiempo de cascada humedece,
la paja pudre, envejece la planta,
el cielo de nuevo llueve,
vuelves en cascada, las mismas rocas,
idéntica orilla, otras pajas distintas
y otras plantas vestidas de verde.
La rueda redonda repite a ritmo su ruta,
en el espacio del cielo quietas
las estrellas observadoras pasan lista,
el trovador canta enlazadas notas
que ascienden, desaparecen lejos
entre luces de día y negros de noche.
Zapatillas de baile, qué divertida es la danza
cuando pies expertos la bailan
en el espectáculo breve de una vida,
vista llegar y al final aplausos de cierre.
Cascada de tiempo que desgastas
el remanso, descanso de un jardín
donde los niños juegan al mismo juego,
juego seco, juego verde,
mientras tú, tozudo intransigente
a pocos te haces eterno, siempre ganas
en partidas cortas y en partidas largas.
Óleo 60X60 y poema de
José M.ª Fdez. Lozano (Arte conceptual)