MUÑECOS DE TRAPO
Bajo un paraguas abierto,
cúpula arqueada redonda
de azul disuelto en negro
me cobijo de la lluvia
entre filos cortantes de espada,
y manchas de óxido rojo.
(Mi aspecto vela encendida de noche.)
Me cobijo de los dientes
en banquetes de felino,
junto a mordidos de pan tierno
y restos desgajados de conciencia.
(Mis cabellos crines domesticadas)
Me cobijo de las águilas
de guerra lanza al frente,
caras demacradas, rasgadas,
vestimenta en hilera a rastras.
(Delante de mis pies ingenuos
muñecos de trapo rotos.)
Ideas sin realizar, desengaños,
a puñados cuentan muertos,
sentimientos enterrados
en galerías de hormiguero.
Ya no llueve, cierro el paraguas.
¡Claridad! Luces de arriba
a cuatro manos barren
el suelo de barro agrietado, seco.
Retales de piel deambulan
ante la puerta de arreglos.
(Los zurcidos son caros,
rejas sin luz de penados.
Queman los caminos de piedra,
en las casas vallas cerradas,
en las terrazas sombras de pregunta.
(Los pájaros al margen cantan.)
Y entre mis manos
ahora ya acostumbradas
muñecos de trapo rotos.
Óleo 60X60 y poema de
José Mª Fdez. Lozano (Arte conceptual)
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